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El Sporting cosechó una escandalosa derrota en su visita a Getafe. Y ya es la cuarta de forma consecutiva en la Liga. Los rojiblancos, que no conocen la victoria lejos de El Molinón desde Montjuic, volvieron a ser ayer una caricatura de equipo, con una defensa frágil e inconsistente que dio todo tipo de facilidades a un rival que empezó con temor y acabó con un festival de goles.

Preciado afrontó el encuentro con la sensación de pensar más en la Copa que en la Liga. El técnico cántabro dejó en la grada a jugadores como Sastre y Diego Castro para dar entrada en la alineación a futbolistas poco habituales en los partidos, aunque sin modificar el estilo de juego habitual.

El Getafe salió con un 4-2-3-1, un dibujo táctico en el que el delantero Manu del Moral se situaba en una posición de enganche. El equipo ‘azulón’, aunque con un aparente estilo ambicioso, con cuatro teóricos delanteros en el once, inició el encuentro con bastante cautela para prevenir los contraataques gijoneses.

El partido tuvo un comienzo equilibrado y en los primeros compases el Sporting daba la sensación de estar mejor posicionado sobre el césped. Los rojiblancos dispusieron de la primera oportunidad de gol en un remate de Matabuena que Licht salvó bajo los palos cuando Jacobo estaba ya superado.

El Getafe sufrió el inconveniente de la lesión de Manu del Moral, quien tuvo que ser sustituido por Roberto Soldado. La improvisada variante le dio muy buen resultado a Víctor Muñoz. El primer gol de los madrileños llegó un minuto después de que el ex madridista pisara el terreno de juego. Un balón en profundidad, con ventaja para Jorge, lo desvió de forma tímida el defensa gijonés, con sorpresa para el debutante Lafuente. Soldado, muy atento a la jugada, se anticipó con comodidad al portero vizcaíno para marcar a puerta vacía.

Los gijoneses no tuvieron tiempo de reponerse del primer mazazo cuando llegó el segundo tanto local en un disparo de Granero que tuvo la fortuna de dar en la espalda de Neru para superar la posición de Lafuente.