jueves, 15 de enero de 2009
El Espanyol deja en la cuneta a un Poli Ejido muy superior
ESPANYOL - 1
POLI EJIDO - 0
El Espanyol se enfrentará la semana que viene al Barça en casa en cuartos de final de la Copa después de eliminar al Poli Ejido con un gol en propia puerta al inicio en el primer partido que gana Mané. Los blanquiazules estuvieron ayudados por un árbitro que no vio los penaltis de Pareja y Beranger. El equipo, sin embargo, decepcionó otra vez y acabó perdiendo tiempo ante la presión andaluza. Lo que está claro es que el Barça puede pasearse en Montjuïc.
POLI EJIDO - 0
El Espanyol se enfrentará la semana que viene al Barça en casa en cuartos de final de la Copa después de eliminar al Poli Ejido con un gol en propia puerta al inicio en el primer partido que gana Mané. Los blanquiazules estuvieron ayudados por un árbitro que no vio los penaltis de Pareja y Beranger. El equipo, sin embargo, decepcionó otra vez y acabó perdiendo tiempo ante la presión andaluza. Lo que está claro es que el Barça puede pasearse en Montjuïc.
IMPRECISIONES
Anoche el Poli Ejido, un buen equipo de Segunda B, mostró las debilidades del Espanyol de Mané. Los andaluces tutearon y pudieron golear al Espanyol en una primera parte en la que de nuevo solo funcionó la jugada de estrategia. Así marcó Robles en propia puerta tras un córner (m. 6). El equipo de Mané solo estuvo fino en esa jugada. Luego llegaron las imprecisiones, el mal juego de Lola --mejor que lo traspasen al fútbol alemán--. Existió tanto fallo y despropósito que el Ejido se convirtió en amo y señor del partido. Molina hizo lo que quiso con los centrales y las ocasiones solo caían del lado andaluz: una, dos, tres, hasta cinco claras ocasiones de gol. El Poli Ejido parecía el equipo de Primera. El Espanyol solo disparó bien en una acción de Sergio Sánchez al borde del área (m. 40).
Estaba cantado que Lola, la inversión perica de hace dos años, no podía seguir en el campo ante su alarmante baja forma. Y estaba claro también que Sielva iba a tener minutos en la segunda parte. El equipo debía mejorar su imagen porque peor no se podía jugar a pesar de ir mandando en el marcador. Circunstancia inexplicable. El asunto es que el Poli pudo marcar al inicio de esta segunda mitad, pero el brazo de Beranger evitó el gol de Robles (m. 46).
El Espanyol solo se soltó y concedió unos diez minutos de cierto nivel. Entonces el equipo perdonó. Pero fue un espejismo. Al final, el Ejido presionó y puso en evidencia todo el entramado de Mané. Cristian seguía parando y Mané hacia el último cambio para perder tiempo. Un desastre. Y la semana viene el Barça.
Anoche el Poli Ejido, un buen equipo de Segunda B, mostró las debilidades del Espanyol de Mané. Los andaluces tutearon y pudieron golear al Espanyol en una primera parte en la que de nuevo solo funcionó la jugada de estrategia. Así marcó Robles en propia puerta tras un córner (m. 6). El equipo de Mané solo estuvo fino en esa jugada. Luego llegaron las imprecisiones, el mal juego de Lola --mejor que lo traspasen al fútbol alemán--. Existió tanto fallo y despropósito que el Ejido se convirtió en amo y señor del partido. Molina hizo lo que quiso con los centrales y las ocasiones solo caían del lado andaluz: una, dos, tres, hasta cinco claras ocasiones de gol. El Poli Ejido parecía el equipo de Primera. El Espanyol solo disparó bien en una acción de Sergio Sánchez al borde del área (m. 40).
Estaba cantado que Lola, la inversión perica de hace dos años, no podía seguir en el campo ante su alarmante baja forma. Y estaba claro también que Sielva iba a tener minutos en la segunda parte. El equipo debía mejorar su imagen porque peor no se podía jugar a pesar de ir mandando en el marcador. Circunstancia inexplicable. El asunto es que el Poli pudo marcar al inicio de esta segunda mitad, pero el brazo de Beranger evitó el gol de Robles (m. 46).
El Espanyol solo se soltó y concedió unos diez minutos de cierto nivel. Entonces el equipo perdonó. Pero fue un espejismo. Al final, el Ejido presionó y puso en evidencia todo el entramado de Mané. Cristian seguía parando y Mané hacia el último cambio para perder tiempo. Un desastre. Y la semana viene el Barça.
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